Toda Aznar ( 2 de enero de 876-15 de octubre de 958), fue reina de
Pamplona por su matrimonio con Sancho I Garcés. Era hija del conde Aznar
Sánchez de Larraún, quien casó con su prima hermana Onneca o Iñiga Fortúnez. Fue probablemente la mujer más
importante de la alta Edad Media española, con una sólida formación cultural.
La reina Toda era tía carnal de Abderramán III debido a que su madre la
princesa navarra Iñiga, nieta del rey García de Navarra, formó pareja con el
emir Abd Allah tomando el nombre de Durr
(Perla). De esta unión nacieron dos hijos. Uno de estos Muhammad tuvo con
Muzna, también cristiana, al que sería el gran califa Abderramán III. ( El
califa Abderramán y su padre Muhammad, eran rubios y de ojos azules como sus
madres vasconas.)
La princesa Iñiga o Durr regresó a Navarra y se casó con Aznar Sánchez
con el que tuvo a Toda.
Cuando en 934 El califa Abderramán
dirigía una aceifa (razzia) contra el
reino de Pamplona, la reina Toda invoca los lazos de parentesco para que el
califa se alejara de su reino y reconociera como rey a su hijo García Sánchez.
El encuentro se produce en Calahorra. El califa la recibe con grandes honores.
La reina cristiana le rinde vasallaje y sella con él un tratado de no agresión.
El califa cordobés inviste al hijo de Toda rey de Pamplona y sus distritos con
el nombre de García Sánchez I, el Vascón. Después del tratado las tropas
musulmanas atraviesan el reino de Pamplona y asolan Álava y Castilla.
Sancho I Garcés de Pamplona |
Toda y Sancho Garcés tuvieron siete hijos:
·
Urraca de
Pamplona, casada con Ramiro II de León
·
Oneca de Pamplona,
casada con Alfonso IV de León
·
Sancha de
Pamplona, casa en primeras nupcias con Ordoño II de León, en segundas con el
conde alavés Alvaro Herrameliz y en terceras entre 931 y 935 con Fernán
González, conde de Castilla.
·
Garcia, rey de
Pamplona, casado con Andregoto Galíndez y con Teresa Ramirez.
·
Velasquita
Sánchez, casada en primeras nupcias con el conde Munio Vélaz, en segundas con
Galindo de Ribagorza y en terceras con Fortún Galindez.
·
Munia o Muña de
Pamplona?
·
Orbita de Pamplona,
probablemente casada con Al-Tawil, gobernador de Huesca. Apodada “la huérfana”
pudo ser hija póstuma del rey.
Cuando fallece el rey, su marido, en 925, Toda continua al frente de la
política de Navarra, como regente, al contar su hijo García solamente seis años
de edad. No obstante al alcanzar su hijo
la mayoría de edad, la reina sigue interviniendo en los asuntos de estado en
los que demostró un gran talento político. Los matrimonios de sus hijas con reyes
de León, Castilla y Pamplona le permitieron ser la auténtica organizadora de la
política cristiana de la época.
A la derecha sepulcro de las reinas Toda, Ximena y Elvira. A la izquierda las tumbas de los siete infan- tes de Lara. |
Su sobrino Abderramán la ayudo en más de una ocasión, incluso permitió que
su médico personal curara al rey de León, Sancho el Craso, al que repuso en su
trono del que había sido desposeído por no ser del agrado de los nobles leoneses
y castellanos, que habían nombrado rey a Ordoño IV.
La imagen de la reina Toda fue durante mucho tiempo olvidada por la
Historia, ya que solamente se hablaba de su marido, pero ha sido rescatada y ha
atraído la atención de muchos historiadores y novelistas.
Su sepulcro, muy sencillo, está en el atrio del monasterio de Suso, que
entonces pertenecía a Navarra, junto con el de otras dos reinas: Ximena y
Elvira. Su actuación política, diplomática y familiar fue tan destacable que
puede compararse con la de otras reinas posteriores como Ermesenda de Barcelona
o Urraca de León, la madre de Fernando
III el Santo.
Biblo: “Moras y cristianas” de Ángeles
de Irisarri y Magdalena Lasala.
“El viaje de la reina” de
Ángeles de Irisarri.