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Alfonso III, el Magno

Ejercito de Alfonso III



Rey de Asturias (866-910). Hijo de Ordoño I y de su esposa Nuña. Fue el último rey asturiano o el primero de León. Es esta ciudad residió largas temporadas y allí tenia su Consejo de Gobierno y su Tribunal de Justicia. Su dilatado reinado ( mas de cuarenta años), coincide con la máxima expansión territorial del reino asturiano y representa la culminación del proceso de renacimiento que se venía manifestando desde los tiempos de Alfonso II, el Casto, bajo el signo del ideal neogoticista.

Cuando muere su padre los nobles del reino le eligen para sucederle[i]. El príncipe tenía entonces dieciocho años, pero no puede acceder de inmediato al trono, por la rebelión del conde gallego Fruela Vermúdez, hijo de Veremundo.  Alfonso tiene que refugiarse en la zona oriental del reino (Avila) al amparo del conde Rodrigo de Castilla.
En poco tiempo “los fideles” al joven rey dan muerte al usurpador, regresando Alfonso a Oviedo con la ayuda de sus caballeros y los del conde Rodrigo.
Una vez en el trono, el rey se ve obligado a reprimir un levantamiento del conde Eylón en Alava, y varios conatos de rebeldía en Galicia, foco de escaramuzas continuas. Alfonso trata de orientar los esfuerzos de los magnates gallegos hacia la repoblación de su pais y la prosecución de la Reconquista.
Durante su reinado las fronteras de la zona occidental experimentan un considerable avance. Se traspasa el Miño, llegando el conde Vimarano Pérez hasta Oporto en el 868. También se acomete la repoblación de las tierras comprendidas entre el Miño y el Duero. Se reparten parcelas a nuevos colonos, renacen ciudades y  se construyen iglesias.  Según la Crónica Albeldense: “la iglesia crece y el reino se amplía”.


Desde el comienzo de su reinado Alfonso hace frente a las incursiones de los musulmanes. El emir Muhammad I  ataca la frontera extrema del reino ( Galicia y Castilla ) en varias ocasiones, pero tiene que interrumpir la ofensiva a causa de rebeliones internas en al- Andalus. Alfonso aprovecha la coyuntura y se alía con caudillos muladíes, descendientes de familias hispanas islamizadas. Las rebeldías de estos caudillos son un claro exponente de la disolución de la España musulmana minada por las diferencias religiosas y étnicas.
Muhammad continúa, no obstante, hostigando al reino astur. Como estrategia, divide sus efectivos en dos ejércitos. El primero de ellos integrado por tropas cordobesas al mando de al-Mundhir, se lanza contra Astorga y León y el segundo integrado por tropas fronterizas de Toledo y Guadalajara comandadas por Walid ben Ganim, llega a orillas del Orbigo. El rey magno, para evitar que se unan, elude el ataque del primero y se lanza contra las tropas fronterizas a las que vence ampliamente. El otro ejercito impresionado por el triunfo cristiano, opta por la retirada.
Esta victoria, mas la constante actitud levantisca de los Banu Qasi en la zona del Ebro, obligan a Muhammad a concertar una tregua de tres años con Alfonso. Pero el rey moro no cumple lo acordado y al año siguiente envía una escuadra contra Galicia, que es deshecha por una tempestad.

Alfonso III, harto del emir, emprende una singular expedición contra Córdoba, atravesando la Lusitania y cruzando el Guadiana hasta el corazón de Sierra Morena, regresando a Oviedo sin encontrar resistencia.
 Muhammad, en represalia, emprende nuevas campañas que fracasan también. Debido a esto, los cordobeses inician negociaciones de paz con el rey asturiano, llevadas a termino por  el presbítero toledano Dulcidio.
Cuando cesan por completo las hostilidades entre Córdoba y Oviedo, comienza a difundirse entre los cristianos la creencia de la restauración peninsular bajo el mando de Alfonso III. La llamada Crónica Profética predecía que Alfonso reinaría sobre toda España  aquel mismo año o al siguiente.

Los años de paz permiten continuar con la repoblación hecha con colonos venidos del norte, así como los mozárabes que procedentes de la parte musulmana se acogen a la protección del reino astur. Al mismo tiempo se culmina el renacimiento artístico y literario que comenzara con el reinado de Alfonso II, el Casto. Abundan las construcciones civiles y religiosas y las delicadas piezas de orfebrería son muestra de la sensibilidad artística del momento y de la inquietud cultural existente en la corte de Oviedo en la época de Alfonso el Magno, quien poseía un arrojo bélico incontestable, pero también, una gran sensibilidad para las cosas del espíritu.
Firma autógrafa de Alfonso III

Alfonso III caso con Jimena Garcés, cuya estirpe algunos discuten, aunque se cree con fundamento, que era hija el rey García de Navarra.. Con esta boda el rey reforzaba su posición en el flanco oriental. Los reyes tuvieron ocho hijos

Tras unos acontecimientos finales, de cuya veracidad se duda, en los que se dice que fue destronado por sus hijos y una última expedición triunfal contra los musulmanes, fallece en Zamora, Alfonso III. Con su muerte se cierra el ciclo asturiano de la Reconquista, la capital se traslada a León, iniciándose así ”el comienzo de un nuevo periodo en la historia de la España medieval”
Cruz de la Victoria que Alfonso III regaló a la iglesia de San Salvador





[i] Existen varias versiones sobre la edad del príncipe a la muerte de su padre. Algunas fuentes dicen que tenía 13 años, otras 16. He optado por el testimonio de la Crónica Albeldense que afirma que Alfonso tenía 18 años.



Bibl: Enciclopedia asturiana: Alfonso III
M Gómez Moreno: Las primeras crónicas de la Reconquista

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